viernes, 12 de noviembre de 2010

protejamos el ambiene

PROTEJAMOS NUESTRO MEDIO AMBIENTE.

Las plantas existen antes que el hombre porque ellas pueden vivir sin él, pero el hombre ni animal alguno puede vivir sin las plantas.
Se dice que en nuestras manos elegir entre el cielo y el infierno, si esto es cierto nosotros hemos elegido el infierno y la prueba está en que nos estamos fabricando uno aquí en la tierra.
Los anterior no es cuento sino una cruda realidad, ya que la irracional deforestación a que estamos sometidos nuestra paupérrima cubierta vegetal, sin la menor duda convertirá nuestra región en un desierto a muy corto plazo.   No queremos profundizar sobre las nefastas consecuencias que la deforestación trae a las regiones asoladas, ya que son de todos conocidas pero quisiéramos que el lector cerrara por un momento sus ojos físicos y abriera los de la imaginación, para visualizar un campo desolado y seco donde los elementos  predominantes serian los apocalípticos jinetes: hambre, miseria y muerte.
Hacia esto vamos, a pasar de la existencia de INAFOR y que tanto se ha promocionado la campaña nacional de reforestación. No pretendemos meternos a críticos, ni nos guía el afán de polemizar, pero si queremos expresar nuestra creciente ALARMA, así han mayúsculas y que están sea escuchada; porque si bien es cierto que se han emitido severas medidas  técnicas y legales , estas obviamente son insuficientes y/o mal aplicadas. Se siembran árboles pero  no hay una labor de continuidad en cuanto a su protección y mantenimiento, se prohíbe tala de árboles, pero se conceden licencias para hacerlo y los beneficiados hacen de ellas el uso que mas conviene a sus intereses sin preocuparse de la protección del bosque y su renovación.   Para colmo tenemos un caso reciente muy comentado  y que nos tiene aun perplejos: en nuestros medios los escolares dirigidos por sus maestros, año con año siembran arbolitos en las veras de los caminos vecinales y de la ruta del atlántico algunos de ellos superando las duras condiciones del clima y suelo constituyen manchones de verdor y frescura a lo largo de la cinta asfáltica.
Hace pocos meses las cuadrillas de caminos pasaron cual furioso vendaval y arrasaron con estos escasos oasis que refrescan nuestra árida región. Es como tirar de la cuerda en direcciones opuestas. Seria conveniente ponerse de acuerdo. ¿NO?

REDACCION BRENDA RAMIREZ.

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